sábado, 21 de mayo de 2011

sistema linfático

El sistema linfático no es un sistema separado del organismo. Se considera parte del sistema circulatorio porque lo constituye la linfa, un fluido móvil que proviene de la sangre y vuelve a ella por medio de los vasos linfáticos. La linfa transporta algunos nutrientes, especialmente grasas, y distribuye los glóbulos blancos por el organismo. La linfa recuerda al plasma pero es más diluida y tiene únicamente alrededor del 5% de proteínas y del 1% de sales y extractivos. Está formada por un poco de sangre y de otros líquidos del organismo y se denomina fluido intersticial, que se recoge en los espacios intercelulares. Parte de este fluido intersticial vuelve al organismo a través de la membrana capilar, pero la mayoría penetra en los capilares linfáticos y da lugar a la linfa. La linfa, junto con este fluido intersticial, recoge las partículas que son demasiado grandes para que puedan ser absorbidas por la membrana capilar, como son los restos de células, glóbulos de grasa o adiposos y pequeñas partículas proteicas. A continuación, la linfa pasa a los vasos y nódulos linfáticos y se introduce en la sangre a través de las venas situadas en la región del cuello. De esta manera el sistema linfático constituye un sistema de transporte secundario. La linfa no se bombea por sí sola, su circulación depende de la presión del sistema circulatorio y del efecto de masaje de los músculos.


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 Nódulos linfáticos axilares: Los ganglios o nódulos linfáticos axilares están localizados en el brazo, en la axila. Se dividen en dos grupos: superficiales y profundos. Estos nódulos linfáticos reciben la linfa de los vasos linfáticos del brazo y los nódulos superiores la reciben de los vasos linfáticos situados en el área superior del pecho, cerca de los músculos pectorales y de las glándulas mamarias. Hay alrededor de 35 nódulos linfáticos en la zona del pecho y de la axila, la mayoría de ellos situados en la axila o cerca de ella. Si se desarrolla un cáncer en la mama, con frecuencia se extiende a los nódulos porque la linfa, además de otros residuos, puede transportar células cancerosas. La linfa fluye en todas direcciones, pero alrededor de tres cuartas partes de los vasos linfáticos del pecho desembocan en los ganglios o nódulos axilares que, con frecuencia, es por donde primero se extiende un cáncer de mama.
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Nódulos linfáticos cervicales: Los ganglios o nódulos linfáticos cervicales están localizados en el cuello. Se dividen en dos grupos: superficiales y profundos. Hay tres grupos de ganglios linfáticos superficiales: los submaxilares, cerca de la mandíbula, los suprahioideos, cerca del hueso hioides de la garganta y los cervicales, situados a lo largo de la vena yugular externa. Los nódulos cervicales profundos son grandes y están situados cerca de la faringe, del esófago y de la tráquea. Cuando se tiene dolor de garganta, los glóbulos blancos se agrupan en los nódulos situados allí para combatir la infección, por ello se sensibiliza e inflama la garganta.
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Nódulos linfáticos inguinales: La red de vasos linfáticos situados en la parte inferior del cuerpo pasa la linfa a los nódulos linfáticos inguinales con forma de judía que se encuentran en el interior de la ingle, cerca de la arteria y vena femorales.
·         Conducto linfático: El conducto linfático es mucho más corto que el torácico, con una longitud aproximada de 1 centímetro. Este conducto linfático recibe la linfa de la parte derecha del cuerpo situada sobre el hígado y la vierte en la vena subclavia derecha y en la vena yugular interna. El conducto linfático junto con el torácico vierten en la sangre cada minuto entre 4 y 10 mililitros de linfa.
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 Nódulos linfáticos: Los nódulos linfáticos, o ganglios linfáticos como a veces se les denomina, son estructuras ovales y pequeñas, del tamaño de una judía. Generalmente se encuentran en racimos cerca de las venas en puntos estratégicos a lo largo de los vasos linfáticos medianos de la rodilla, codo, axila, ingle, cuello, abdomen y pecho. La sangre se limpia y filtra en estos nódulos y los glóbulos blancos se acumulan allí cuando hay una enfermedad. Este proceso de filtrado previene la introducción en el sistema circulatorio sanguíneo de bacterias, células cancerosas u otros agentes infecciosos. Los nódulos linfáticos son los centros de producción y almacenamiento de algunos glóbulos blancos, llamados linfocitos y monocitos, elementos importantes en el mecanismo inmunológico del organismo. Durante cualquier tipo de infección, los nódulos se dilatan en el área de drenaje debido a la multiplicación de linfocitos que tienen lugar en esos nódulos.
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 Nódulos poplíteos: Los nódulos linfáticos, o ganglios linfáticos como a veces se les denomina, son estructuras ovales y pequeñas, del tamaño de una judía. Generalmente se encuentran en racimos cerca de las venas en puntos estratégicos a lo largo de los vasos linfáticos medianos de la rodilla, codo, axila, ingle, cuello, abdomen y pecho. La sangre se limpia y filtra en estos nódulos y los glóbulos blancos se acumulan allí cuando hay una enfermedad. Este proceso de filtrado previene la introducción en el sistema circulatorio sanguíneo de bacterias, células cancerosas u otros agentes infecciosos. Los nódulos linfáticos son los centros de producción y almacenamiento de algunos glóbulos blancos, llamados linfocitos y monocitos, elementos importantes en el mecanismo inmunológico del organismo. Durante cualquier tipo de infección, los nódulos se dilatan en el área de drenaje debido a la multiplicación de linfocitos que tienen lugar en esos nódulos.
·         Bazo: El bazo esté muy ligado al sistema circulatorio y al linfático. Es un órgano situado en el abdomen entre la parte inferior del estómago y el diafragma. Su papel es mantener el volumen de sangre, producir algunos tipos de células sanguíneas y recuperar el material sobrante de los glóbulos rojos que se han vuelto defectuosos. También esté relacionado con la eliminación de células sanguíneas y bacterias de la sangre.
·         Vena subclavia: La vena subclavia es una continuación de la vena axilar, que parte del brazo. En cada brazo se extiende una ramificación de la vena subclavia (derecha e izquierda). A continuación esta vena converge y se extiende desde la primera costilla hasta la clavícula, donde se une con la vena yugular interna para formar la vena innominada. Las venas subclavias también son importantes en el sistema linfático pues vuelven a introducir la linfa en la sangre. El conducto torácico, que transporta la linfa, se une a la vena subclavia izquierda, cerca de la unión con la vena yugular interna. El conducto linfático transporta la linfa a la vena subclavia derecha y también se une a Ésta cerca de la unión con la vena yugular interna.
·         Parte importante del sistema linfático lo constituyen el bazo, el timo y los ganglios linfáticos. El primero de ellos está implicado en la eliminación de células, y el segundo es necesario para obtener una inmunidad normal.
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Enfermedades del Sistema Linfático
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DDr. Luis Del Águila Hoyos
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El Sistema Linfático presenta enfermedades agudas y crónicas de diversa etiología y nos vamos a referir a las más frecuentes en nuestro medio. Porque hay regiones en nuestro Continente como Brasil y en otras, como la India en que el sistema linfático es parasitado por la Filaria, que si es asiento de infecciones repetidas, deriva en un proceso crónico, el linfodema primero y el Fibroedema o Elefantiasis después.

   Breve reseña histórica

Los vasos linfáticos fueron descubiertos en forma casual en 1622 por Gaspar Aselius en una intervención quirúrgica para demostrar los nervios recurrentes en el perro; al punzar el vaso blanquecino más grueso, drenó un líquido lechoso. Su libro se publicó posteriormente en 1627. La demostración de los linfáticos en seres humanos la logró un Juez, Nicolás de Peirese, quien confirmó los hallazgos de Aselius, al realizar la necropsia de un reo, 90 minutos después de su ejecución, a quién alimentaron convenientemente denominándolos "LacteiVenis" Jean Pecquet en 1654 comprobó que los linfáticos vaciaban su contenido a un receptáculo y de allí, el canal toráxico conducía la linfa hacia el sistema venoso, drenando en la unión de la vena yugular con la subclavia. De aquí en adelante cientos de investigadores realizaron trabajos sobre el Sistema Linfático, pudiendo definir cinco etapas fundamentadas en la evolución de su estudio:

   Primera etapa:

Descubrimiento de los linfáticos por Aselius en 1622, etapa puramente anatómica.

  Segunda etapa:

Inicio de su estudio en seres vivos a través de la radiología (1930-31) con los trabajos de Furaoka en Japón y Carvalho, Rodriguez y Souza Pereira en Portugal.

   Tercera etapa:

Descubrimiento del azul patente, para el estudio de los linfáticos por Hudack y Mc Master en 1933.

   Cuarta etapa:

Marcada por el excepcional trabajo de Kinmonth en Inglaterra, que dio inició a la era moderna de la Linfografía.

   Quinta etapa:

Marcada por el descubrimiento del contraste liposoluble con Hreshchyshyn, Wallace y Fisher y colaboradores.

En América Latina la Escuela Brasilera con Pereyra y Marques, Cordeiro, Degní, Mayall, Fuad al Assal y otros; Carcaccia en Argentina y Rodriguez Azpurúa en Venezuela con sus trabajos contribuyen al avance en la comprensión de este sistema en su fisiología, patológica y tratamiento. En Australia, Casley y Casley Smith, con su estudio sobre el edema linfático abren nuevas luces en esta patología. En nuestro medio, Chávez publica un trabajo en Estados Unidos haciendo ver la importancia de la linfo-grafía como medio de investigación, diagnóstico y terapéutica y Barboza desarrolla su tesis doctoral con un trabajo titulado, “Linfotomografía”, en 1970.

   Breve recuerdo anatómico

El sistema linfático se origina en la unidad embriológica vascular, el angión, de donde también derivan arterias y venas. En su conformación es similar a la vena inclusive por la presencia de válvulas aunque en mayor número, pero a diferencia de ella presenta uniones celulares con posibilidades de apertura, lo que permite captar proteínas de alto peso molecular: globulinas, detritus y otros desechos del metabolismo tisular, transporta la Linfa constituyendo el segundo sistema de retorno circulatorio. Generalmente discurren paralelos y muy cerca a los vasos venosos con un diámetro de micras. Estos vasos linfáticos que acompañan a las venas se forman por la unión de los capilares linfáticos que existen en los tejidos. Los vasos o canalículos linfáticos en su recorrido hacen, digamos, estación en el ganglio linfático dando lugar a la denominación de linfático aferente al vaso que llega al ganglio y linfático eferente al vaso que abandona el ganglio para ir a desembocar en otros ganglios de las cadenas, que existen en región inguinal, pelvis, abdomen, etc., tratándose de miembros inferiores; y en la axila, cuello, etc., tratándose de miembros superiores. Los linfáticos de los miembros inferiores inguinales, pélvicos drenan a la denominada Cisterna de Pecquet y de allí por el conducto torácico van a drenar al sistema venoso en la conjunción Yugulo subclavia. Los Linfáticos de cabeza, cuello y miembros superiores, del lado izquierdo también drenan al conducto torácico y los del lado izquierdo a la vena linfática.

Como ya dijimos conducen la linfa de alto contenido proteico; la circulación como en el sistema venoso también es centrípeta; la cantidad de linfa circulante en 24 horas en una persona de 70 kilos de peso se ha calculado en 4 litros, y en un caso de fístula linfática de la extremidad inferior se obtuvieron 13 litros de linfa en 48 horas. Tiene una gran capacidad de neoformación de vasos, hecho que se ha observado al efectuar ligaduras de colectora linfáticos y asistir a la formación de una vía de drenaje que restablece la circulación. También se ha demostrado en diferentes trabajos, la existencia de comunicaciones linfático venosas que pueden compensar perfectamente ligaduras u oclusiones del conducto torácico y la gran vena linfática.

  Enfermedades de los Linfáticos

    Linfangitis

Es la inflamación de los vasos linfáticos determinada por cualquier germen infeccioso. Suele acompañarse de inflamación de los ganglios regionales: linfadenitis.

Las linfangitis son muy frecuentes en miembros inferiores y superiores; cualquier escoriación, una herida punzante, determina linfangitis con suma facilidad; cursan con fiebre, malestar general; una variedad de ellas, la reticular superficial, es muy aparatosa; temperatura elevada 38° a 40° C, postración, naúseas. La otra variedad, la troncular superficial, es menos agresiva y de tratamiento más rápido. Se deben a contaminación por Estreptococo y Estafilococo; con el advenimiento de los antibióticos su tratamiento es rápido y eficaz, pero hay que encontrar el factor desencadenante, ya que infecciones repetidas de los vasos linfáticos curan con estenosis de ellos por la cicatrización, dando lugar a un proceso de linfodema secundario inflamatorio, como secuela.

Linfangitis
Es una infección de los vasos (canales) linfáticos y es una complicación común de una infección bacteriana.

Causas, incidencia y factores de riesgo
El sistema linfático es una red de órganos, ganglios, conductos y vasos (o canales) linfáticos que producen y movilizan un líquido llamado linfa desde los tejidos hasta el torrente sanguíneo. Para mayor información sobre esta parte del cuerpo, ver sistema linfático.
La linfangitis por lo general resulta de una infección aguda de la piel por estreptococos o estafilococos o de un absceso en la piel o los tejidos blandos. La infección hace que los vasos linfáticos se tornen inflamados y sensibles.
La linfangitis puede ser un signo del empeoramiento de una infección. Esto debe despertar la preocupación de que la bacteria se esté diseminando al torrente sanguíneo, lo cual puede causar problemas potencialmente mortales.
La linfangitis se puede confundir con un coágulo en una vena (tromboflebitis).
Síntomas
  • Líneas rojas desde el área infectada hasta la axila o la ingle (pueden ser sutiles u obvias)
  • Dolor pulsátil a lo largo del área afectada
  • Fiebre entre los 38° y 40° C (100° y 104° F)
  • Escalofríos
  • Sensación de indisposición general
  • Dolor de cabeza
  • Pérdida del apetito
  • Dolores musculares
Signos y exámenes
El médico llevará a cabo un examen físico, que incluye la palpación de los ganglios linfáticos, y puede buscar signos de lesión alrededor de los que estén inflamados.
Una biopsia y un cultivo del área o ganglio afectado pueden revelar la causa de la inflamación. Se pueden hacer hemocultivos para ver si la infección se ha diseminado al torrente sanguíneo.
Tratamiento
La linfangitis puede diseminarse en pocas horas, por lo que el tratamiento debe comenzarse rápidamente.
El tratamiento puede abarcar:
  • Antibióticos para tratar cualquier infección subyacente
  • Analgésicos para controlar el dolor
  • Medicamentos antinflamatorios para reducir la inflamación y el edema
  • Compresas húmedas y calientes para reducir la inflamación y el dolor
Se puede necesitar cirugía para drenar cualquier absceso.
Pronóstico
Un tratamiento rápido con antibióticos puede lograr una recuperación completa, aunque la desaparición de la inflamación puede tomar semanas o incluso meses. El tiempo de recuperación varía dependiendo de la causa subyacente.
Complicaciones
  • Formación de un absceso
  • Celulitis
  • Sepsis
Situaciones que requieren asistencia médica
Se debe consultar con el médico o trasladarse hasta la sala de emergencias si se presentan síntomas de linfangitis.



  Edemas Crónicos de los Miembros Inferiores

El edema es la manifestación de un trastorno en el intercambio de líquidos intra y extracelulares. La acumulación de plasma del intersticio en los tejidos se traduce por hinchazón o aumento de volumen y cuando este trastorno se mantiene actuante por largo tiempo se produce el Edema crónico.

Hay edemas de causa general como el edema cardíaco, el hormonal (hipotiroidismo) renal, hepático, por anemia, etc., y también edema de causa regional y entre estos son dos los más frecuentes, el edema venoso, también llamado Flebedema y el edema linfático denominado Linfodema.

Se denomina linfodema al acumulo de Linfa en los tejidos, en cambio se denomina Fibredema o Elefantiasis, al aumento de volumen por tejido fibrótico. El Linfodema en sus estadios iníciales cede a las medidas posturales y tratamiento de drenaje manual de la linfa; el fibrodema no obedece ya a este tipo de terapia; se dice que los fibrodemas en un estadio inicial son Linfodemas, y que debido a infecciones repetidas devienen en linfofibroedemas. La sintomatología del Linfodema es: aumento de volumen del miembro afectado, sensación molesta de tensión y determinada dificultad al caminar por el aumento de volumen; el problema mayor surge cuando este miembro afectado de linfodema es asiento de infección, generalmente estreptocócica, que de no mediar terapia adecuada y agresiva, paulatinamente se convierte en fibroedema o Elefantiasis (Lámina 48:1).

   Clasificación

Antiguamente, los Linfodemas se clasificaban en primarios y secundarios, agrupándolos en cada casillero según variados conceptos. Con el advenimiento de la Linfografía como examen de rutina en estos procesos, gracias a los trabajos de Kinmonth y aún más con la linfocromía se establece una clasificación que hasta el presente goza de la aprobación de varios especialistas. Ella es como sigue:
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·         En los primarios no hereditarios se encuentran imágenes radiográficas de aplasias e hipoplasia de los vasos colectores y en algunos casos verdaderos lagos linfáticos; en los secundarios inflamatorios predominan las estenosis y adelgazamientos de los vasos linfáticos colectores y en otros casos estenosis ganglionar completa por acción de la irradiación o ausencia total de ellos (vaciamientos ganglionares).

 

TTratamiento quirúrgico

El tratamiento quirúrgico se basa en la teoría enunciada por Kondoleon, quien buscaba la anastomosis de los linfáticos profundos del segmento afectado con los linfáticos superficiales retirando el tejido celular subcutáneo comprometido. Este tratamiento ha sido modificado y usado en el Fibroedema y las de uso más frecuente son la operación de Charles y la de Thompson. Son tratamientos paliativos ya que son los vasos colectores los que han visto comprometido su funcionamiento.

En América, Rodriguez Azpuran en Venezuela contribuye también con la operación de Linfangioplastía pediculada.

A raíz de la experiencia de realizar anastomosis del ganglio linfático a la vena, adenovenoanatomosis, se insiste más en los trabajos de anastomosis del sistema linfático con el sistema venoso y en América Latina fue Carcaccia en Argentina quien preconiza la anastomosis como medida terapéutica quirúrgica en los casos en que el edema linfático era producido por compromiso de los ganglios linfáticos. A éste siguieron Mayall, Degni, Cordeiro y Fuad Al Assal en Brasil y últimamente Compisi y colaboradores en Italia están trabajando directamente sobre los vasos linfáticos.

Entre nosotros, repito, no son frecuentes los casos de Linfodema y menos los de Elefantiasis, pero existen casos de linfodema primario no hereditario precoz y tardío y todas las variedades de los secundarios no inflamatorios y aun pocos casos de Linfodema y Fibredema secundarios inflamatorios.

Nuestra experiencia se basa en tratamiento quirúrgico de Fibredema y Linfodema. En el Fibredema los vasos colectores prácticamente han sido destruidos por el proceso de cicatrización post inflamatoria en nuestros casos; existe una deformidad persistente del miembro afectado y el edema es irreductible (Lámina 49:1).

El tratamiento preconizado en 1912 por Charles consiste en retirar todo el tejido subcutáneo enfermo (Lámina 48:2) desde la fascia muscular hasta la dermis de la cual debe ser retirada todas la subdermis adelgazándola lo más posible, ya que después se va a nutrir por imbibición; se limpia desde la base de los dedos del pie, con una incisión que lo circunda para unirse en la zona de inserción del tendón de Aquiles y de allí se prolonga por la línea media posterior de la pierna hasta la región poplítea donde se desvía la incisión hacia la cara externa del muslo para conseguir un resultado estético. En profundidad como se dijo se llega hasta la fascia muscular y por arriba hasta la espina antero superior de la tibia; una vez retirado todo el subcutáneo y ligadas las perforantes, se revisa la hemostasia (Lámina 48:3); se vuelve a cubrir la pierna con la piel así tratada, se elimina la piel sobrante y sutura nuevamente a los bordes del pie y en la región posterior de la pierna.

Es tratamiento paliativo como dijimos y tiene la desventaja de la alta morbilidad, porque la nutrición por imbibición de la piel falla por segmentos y se produce necrosis en dichas zonas, necrosis que una vez estabilizadas son retiradas en sala de operaciones dejando un lecho para granular y que luego deben ser cubiertos con injertos dermoepidérmicos; los resultados estéticos son buenos y los funcionales también; en el post operatorio alejado es frecuente asistir a la presentación de cuadros de Dermatitis, que ceden fácilmente al tratamiento. Por otro lado, los pacientes sometidos a esta terapia deben usar por siempre medias de compresión elástica.

Otra técnica quirúrgica para este mismo problema de colectores (Lámina 48:3) es la operación de Thompson, con el mismo principio de lograr anastomosis nuevas entre el sistema linfático dérmico y los linfáticos profundos. Se logra esto realizando una incisión en cara lateral del miembro afectado y llegar hasta la aponeurosis de los músculos teniendo cuidado con la irrigación que circunda la cabeza del peroné cuando la incisión es en cara externa y toma hasta el muslo. Previamente se procede a desepi-telizar una franja en su región posterior y se libera el tejido celular subcutáneo, lo conveniente para lograr el deslizamiento de esta hoja de piel debajo de la hoja opuesta y fijar el borde libre de piel deslizada mediante puntos de capitonaje y a través de incisiones en la aponeurosis a la piel (Lámina 48:4). Luego se sutura al borde de piel anterior, el borde de la zona desepitelizada con puntos simples. Terminada esta sutura se venda todo el miembro afectado. La deambulación se realiza a las 48 horas, los puntos de piel se retiran a los ocho días y los de capitonaje a los doce días; con esta técnica la morbilidad es muy baja, y el paciente es dado de alta al retirar los puntos de capitonaje. El paciente debe usar permanentemente compresión elástica. No se han notado complicaciones dérmicas tardías (Lámina 48:5).

En 1968 Nielubovicz y col. publican su experiencia con anastomosis de los ganglios al sistema venoso logrando buenos resultados inmediatos, en la solución del edema sin embargo, la estenosis del segmento ganglionar hace que el beneficio no permanezca más allá de tres meses, Cordeiro en 1974 comunica sus resultados con linfovenoanastomosis mediante estudios linfograficos pre y postoperatorios en Linfodema; previamente Degni realizaba ya linfovenoanastomosis en el tratamiento de la Hipertensión Portal.

De aquí en adelante las operaciones derivativas de linfáticos se van haciendo más frecuentes tal como lo demuestran los trabajos de Compisi en Italia, Fuad Al Assal en Brasil y muchos otros. Se abre pues un amplio campo terapéutico de los Linfodemas, con estas nuevas técnicas quirúrgicas.

¿Qué es el drenaje linfático?
Es una especialidad de masaje que actúa directamente sobre el sistema linfático, responsable de eliminar toxinas y mantener en forma el sistema inmunitario. Su efecto se deja notar sobre la piel porque activa la circulación y mejora la microcirculación. Además, hace frente a la celulitis evitando la retención de líquidos. Es un tratamiento muy suave destinado a desbloquear los mecanismos de desagües y de limpieza del organismo, que son los canales, vasos y nódulos linfáticos. Con ello se consigue eliminar aquellas sustancias tóxicas y los líquidos que, producto del sedentarismo, obesidad y otras enfermedades se ven imposibilitados de ser totalmente eliminados del organismo, provocando en el caso de las piernas por ejemplo, edemas, hinchazones, cansancio y dolor.

 ¿Cómo es este tratamiento?
Debe ser practicado por un terapeuta especializado. En una sesión de drenaje existen diferentes pasos. Primero la preparación del paciente, la cual es muy importante; se busca su relajación en un ambiente tranquilo y confortable. Luego el inicio de las maniobras para trabajar las zonas de bloqueo linfático y drenarlas con movimientos muy específicos. El masaje circulatorio se realiza en todo el cuerpo, con especial dedicación en los sitios más afectados con la hinchazón (edema) como pueden ser las piernas, los brazos, el abdomen, el pecho o la espalda. Cada sesión de drenaje linfático tiene una duración de unos 45 a 60 minutos, al final de los cuales, se sentirá la imperiosa necesidad de ir al baño, síntoma inequívoco de que la terapia ha sido buena.

 ¿Cuándo se indica?
Es una terapia que suma al bienestar corporal que aportan los masajes convencionales, su poder para eliminar toxinas y aumentar la respuesta inmunitaria del organismo. Además, está especialmente indicado para preparar los tejidos antes y después de someterse a las distintas intervenciones de cirugía estética. Se recomienda como apoyo a tratamientos de traumatología, angiología y fisioterapia, y es ideal para inflamaciones y edemas, ya sean producidos por un traumatismo, o por poca asimilación de líquidos.

Es totalmente indoloro y no es agresivo con el organismo. Tiene un efecto neural (acción tranquilizante porque se estimulan los receptores del no dolor), efecto inmunológico (estimula las defensas) y efecto sobre la musculatura (equilibra el tono muscular). Desempeña una función clave en la nutrición de los tejidos; especialmente gracias a su efecto limpiador, que se deja notar sobre la piel. Hay que tener en cuenta que la mayor parte de los tratamientos estéticos generan un incremento de la irrigación, lo que se traduce en una mejora del aporte nutritivo y de oxígeno sobre el área tratada. En dermatología y estética, esta terapia se emplea en casos de acné y rejuvenecimiento facial.
El drenaje linfático está especialmente indicado para hacer frente a numerosas enfermedades de la piel (acné, bolsas, eczemas, caída del cabello, y edemas faciales que pueden aparecer tras un lifting). Además, minimiza las cicatrices y las ablanda, evita los edemas en las piernas que padecen muchas mujeres embarazadas y la aparición de estrías. También combate la migraña, el reuma, la hinchazón y el cansancio de las piernas, la retención de líquidos y la celulitis. Por si esto fuera poco, tiene propiedades antiestrés, favorece el retorno venoso y alivia los dolores que suelen darse después de someterse a una liposucción. También es importante destacar que es una terapia ideal para las personajes que han sido operadas o reciben tratamientos para el cáncer, pues el drenaje linfático, en estos pacientes, trata la inflamación de piernas y brazos que, si no es bien controlada, puede devenir en el llamado linfodema.

 ¿Cuáles son sus contraindicaciones?
No debe aplicarse en casos de infecciones agudas, problemas circulatorios, problemas cardíacos importantes, hemorragias, enuresis aguda, sarcoma, leucemia, cáncer en fase activa, asma (después de la crisis), embarazo (hasta después del tercer mes), si se está con medicamentos (en especial, los antibióticos, pues la terapia drena el medicamento también), problemas de tiroides y de los riñones.


 ¿Qué recomendaciones deben seguirse para potenciar los efectos de este tratamiento?
Por la mañana, se sugiere tomar un vaso de jugo de naranja, manzana y zanahoria; beber de tres a cuatro litros de agua al día; incluir en la dieta más verduras y frutas; hacer ejercicios y entre ellos los favoritos son nadar y caminar; evitar los focos directos de calor y el estar mucho tiempo de pie; y no ponerse prendas de vestir que compriman mucho el cuerpo.

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